Gabriela Galindo
El Museo de Arte Moderno presenta dentro de la exposición Arte Contemporáneo tres videos de Chris Cunningham: All is full of Love, Flex y Monkey Drummer.
Chris Cunningham apantalló al mundo, utilizando literalmente el término, en 1995 cuando hizo su debut como director con un video de seis minutos titulado Come to Daddy (Ven con papá) para el grupo Aphex Twin. Este video, supuestamente aterrador e impactante, presenta las imágenes de unos pequeños seres demoníacos que habitan libremente por las calles de Londres
Chris Cunningham: Escena del video Come to Daddy, 1995.
Todos tienen la fisonomía de Richard D. James y encuentran a la víctima perfecta, una viejita en tenis que está paseando a su perro. El líder de estos seres, un personaje casi esquelético y desfigurado, surge de un televisor y ataca a la abuelita con un grito de aliento demoniaco: "I want your soul. I will eat your soul."
Y termina, celebrando el evento en una reunión con sus pequeños monstruos en algo que podría ser el infierno. El impacto provocado por este video llevó a gran polémica, por un lado fue ganador del premio en el Frances MCM Video Festival y nominado varias veces por agrupaciones de igual importancia, pero al mismo tiempo fue muy criticado por su violencia. La respuesta de Cunningham a las críticas se convirtió en una cita histórica: Yo no considero que mi video sea aterrador, más bien creo que es un tanto cómico. Aterradores me parecen, por ejemplo, los videos de las Spice Girls.
Nacido en Londres en 1971, Cunningham manifiesta desde niño una inmensa pasión por los seres extraordinarios, figuras extrañas y monstruos horrorosos. A los 16 años se le presenta la oportunidad de mostrar sus dibujos y esculturas a un productor de los estudios cinematográficos de Pinewood y comienza a trabajar en el área de efectos especiales. Al poco tiempo, mostró su talento con los modelos para las películas Razas de Noche y Alien 3 donde participa esculpiendo al famoso monstruo creado por Hans Rudi Giger, en escenarios futuristas y post-industriales creando esa atmósfera angustiante y decrépita tan característica del autor. Desde entonces Cunnigham no ha detenido su trabajo creativo. Ha realizado videos para varios grupos de primer nivel entre los que se encuentran el mencionado Aphex Twin y Madona.
Chris Cunningham:Escena del video Come to Daddy, 1995. |
Tal vez no debería presumir
de esto, pero ustedes saben que con los videos de música
no hay demasiada inteligencia detrás. No estoy tratando de
manifestar una realidad social ni tampoco intento comunicarle al
público lo que siento. Estos videos son simplemente la manipulación
del sonido con la imagen y la mayor parte de las decisiones son
actos reflexivos (Flux, #14).
Aún a pesar de esta consideración hecha por el mismo
Cunningham, su capacidad imaginativa y el atrevimiento visual de
su trabajo lo han llevado a ser considerado uno de los directores
más importantes. Visionario y atrevido, fanático de
la cibercultura, los cómics y la sci-fi, nos
muestra sin escrúpulos el impacto provocado por la tecnología
en la cultura moderna y las relaciones humanas.
Chris Cunningham:Escena del video Come to Daddy, 1995 |
Chris Cunningham: Escenas del video All is full of love, 1999 |
Ejemplo perfecto de esto, es el video realizado para la cantante islandesa Björk All is Full of Love. Grabado en 1999, este video presenta, con una limpieza y elegancia supremas, dos Björks robotizadas que, mientras están en el proceso de ser ensambladas y armadas por otro robot, se cantan una a la otra y se enamoran. El video llega al clímax cuando ambos robots se unen en un abrazo, tierno y frío a la vez y se besan en medio de toda aquella estructura mecánica que les dió vida.
Chris habla de haber abordado, con
este video, una serie de fetiches que van desde la robótica
y la industrialización hasta la anatomía femenina.
Era perfecto, tuve que jugar, nuevamente, con las
dos cosas que más me gustaban cuando era un adolescente:
los robots y la pornografía (Dazed and Confused #55,
June 99)
La esterilidad del cuarto, la luz y los movimientos rígidos
de las máquinas contrastan con las emociones fluidas que
muestran a las robots en un ambiente casi conmovedor y humano.
En un solo impacto, recibimos mensajes que alteran nuestra humana
seguridad, son dos máquinas que sienten pero además,
son homosexuales.
Chris Cunningham: Escenas del video All is full of love, 1999. |
Las extrañas asociaciones de Cunningham se materializan en criaturas imaginarias esculpidas por él mismo, conjuntamente con las imágenes manipuladas digitalmente, que tienen como resultado un realismo impactante. Notablemente influenciado por los clásicos de la ciencia ficción como la mítica película de Ridley Scott Blade Runner, los oscuros trabajos de David Lynch (Blue Velvet, Twin Peaks, Lost Highway) y las obras literarias de Ballard y William Gibson, Chris Cunningham ha trascendido los límites del video y comienza su trabajo fílmico con su primer cortometraje Flex, realizado en el 2000 y con música de Aphex Twin.
Flex es una pieza agresiva y violenta,
pero también conmovedora y poderosamente atractiva. Nos
ataca visualmente con una intensidad brutal lograda a través
de la luz y el sonido, del movimiento de los cuerpos y su sensualidad.
El video comienza con la presencia de dos cuerpos abrazados, un
hombre y una mujer, ambos fuertes, atractivos, sensuales. Con
movimientos ligeros, flotando en un espacio acuoso, iluminados
diagonalmente, se mueven armónicos. Pero de pronto, algo
sucede, el ambiente se tensa, todo el espacio se vuelve rígido
y comienzan a golpearse; despiadadamente, violentamente, la mujer
le rompe la boca al hombre de un solo golpe, el tipo le devuelve
un auténtico gancho al hígado y no paran,
no paran hasta quedar tendidos, ensangrentados, acabados
y entonces sigue, la mujer se mueve, busca y comienza a arrastrarse,
en un proceso lento.
Chris Cunningham: Escena del video Flex, 2000. |
Pero no todo es calma aún, porque empiezan
a aparecer por segundos imágenes que nos vuelven a violentar,
pero esta vez son imágenes de una crudeza sexual casi pornográfica,
o no casi, más bien absolutamente pornográfica:
una inmensa vagina abierta, un close up de unas nalgas, un pene
erecto del tamaño de la pantalla. Entonces, los cuerpos,
dolidos y sangrando, se unen en un abrazo y comienzan una danza
sexual que se parte en pedazos, se ilumina, los envuelve. Los
cuerpos se funden en la luz y vuelve el agua, nuevamente se atacan
pero ahora con el deseo y la pasión.
Es simplemente perfecto, completo, agotador.
Chris Cunningham: Escena del video Flex, 2000.
Chris Cunnigham nos está mostrando con Flex una parte lo que es capaz de fabricar a través de las imágenes y la música. En el 2000 se notificó que estaba trabajando en su primer largometraje Neuromancer de William Gibson. Esta novela fue publicada en 1984 y es una obra que sentó las bases de lo que hoy se conoce como cibercultura, a través de una historia que se sitúa en un futuro dominado por microprocesadores e inteligencias artificiales. Ha pasado más de un año y aún no hay noticias, algunos hablan de que es un proyecto muerto. Se había dicho que si Kubrik había sorprendido al mundo en 1968 con 2001: Odisea del espacio, Cunningham sorprendería al 2001 con Neuromancer, habrá que esperar a ver si nos sorprende, aunque sea en el 2002.
Museo de Arte Moderno
Ciudad de México
Octubre , 2002
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