Por Gabriela Galindo
Texto de sala de la exposición Marcelo Balzaretti
Casa de Cultura San Rafael
Del 10 de Noviembre al 8 de diciembre, 2016
Desde que conocí a Marcelo, en años cercanos a la transición hacia el siglo XXI, lo que más me cautivó fue su finísima inteligencia y su curiosidad insaciable. Solíamos tener largas conversaciones sobre temas que, aunque parecía que nada tenían que ver con el arte (así fuera de las arañas ponzoñosas de Australia, de ciencia ficción o series viejas de televisión), al final todo tenía que ver con el arte. Porque para Marcelo, todas esas conversaciones eran un recurso que se reflejaría en su trabajo artístico.
Su obra muestra su profunda fascinación por la relación entre la forma, el color y el espacio. Uno de los momentos que marcó una parte importante de su trabajo, fue el estudio de ciertas técnicas antiguas de impresión y la gráfica tradicional, que unió magistralmente con los medios contemporáneos digitales. La serie titulada Peces Reanimados, es una pieza realizada con técnicas de impresión japonesa tradicional, cuyo origen se remonta a los antiguos mercados de esa región que, para atraer al público, hacían una impresión en papel, entintando el pescado más grande que tenían. Pero Balzaretti no se detuvo ahí, imprimió decenas de pescados, pulpos, moluscos y otros bichos; imprimió calaveras, borregos y hasta su cara y su propio cuerpo. Luego, todas esas imágenes las convirtió a un medio digital y las puso en movimiento... les devolvió la vida.
Pienso en Marcelo y recuerdo una especie de científico travieso, incapaz de obedecer, más que las reglas de su propia imaginación. Se adentró en investigaciones sobre la física, la electricidad, los movimientos telúricos de la tierra y las ondas magnéticas y sonoras. De ahí salieron obras como los Dibujos sísmicos, una amplia serie de acrílicos que representan sutilmente, las huellas que deja un sismo en la tierra, en las calles y en las vías de los trenes. O bien, la serie de obras realizadas a partir de la observación de los efectos de las ondas sonoras y electromagnéticas sobre superficies metálicas. Marcelo estaba cautivado por la electricidad.
Su interés por la experimentación lo llevó a buscar referentes en la Psicología y de esto surgió la serie “Rorchach”. Partió de ese famoso test de una mancha irregular, y acabó produciendo una serie fascinante de libros de artista, esculturas y pinturas. Obras que buscaban ser ese “espejo” de nuestro más profundo interior, lejano de la conciencia, cercano a la imaginación pura.
Un día me llamó y me dijo : “¿Qué harías si un día vieras un OVNI?” No recuerdo mi respuesta, pero de lo que sí me acuerdo es de una larga, extraña y quizá un tanto deshilada explicación, de la instalación que estaba por inaugurar en el Centro Histórico. Cuatro esculturas de fibra de vidrio de más de un metro de diámetro, que serían instaladas a más de 30 metros de altura en pleno centro de la Ciudad de México. Días después, vimos, en las redes sociales, cientos de selfies de personas que transitaron por esas calles y efectivamente “vieron un OVNi”...
Esto, quizá, era de lo más encantador de mi amigo, que con ese mismo rigor científico con el que estudiaba la física, estudiaba las creencias populares, los mitos y las historias urbanas. Marcelo fue capaz de tocar (y trastocar) nuestros corazones, con su delicada bondad y una sutil e inteligente ironía, que hoy podemos ver en unas cuantas piezas que conforman esta exposición.
Agradezco profundamente el apoyo de la familia Balzaretti, en especial a Ricardo Balzaretti, que sin él no podríamos haber logrado esta muestra. Le doy las gracias a Antonio Gritón, quien nos facilitó el espacio y a Adriana Camacho, mi hermana por decisión y un alma que acompañó a Marcelo por muchos años. A Sofía Echeverri, Demián Flores, Ernesto Morales y Raquel Abenchuchan, amigos entrañables de Marcelo y el apoyo de nuestros amigos: Gabriel Santamarina, Plinio Ávila y Beatriz Canfield.
Nota relacionada: Inauguran muestra dedicada a Balzaretti en la CDMX. Por Merry MacMasters
La Jornada, jueves, 10 nov 2016
___________________________________
Fotografías del archivo del artista:
1. Tres Peces / 2006. Tinta sobre papel.
2. Cronosecuenciador Nº 1 / 2012. Serigrafía sobre vidrio templado y aluminio, motor y mecanismo.
3. Transfiguraciones / 2004. Impresiones de tinta sobre papel de cara, cráneo y cabeza de borrego.
4. Estudios Ufológicos / 2010. Fotogfrafías.
Fecha de publicación: 11.noviembre.2016
Comenta esta nota. Envía tu mensaje en la sección CONTACTO