César Martínez
Saber que se sabe lo que se sabe y Confucio I.- Dicen que dicen que dijeron que iban a decir
Cada vez hay menos duda de que los Juegos Olímpicos son algo más que una justa deportiva mundial: son un instrumento político y económico que condiciona a nivel global la realidad cotidiana de un país en certezas llenas de apariencias: vivir con la mentira gubernamental de “lo cierto y lo no cierto”. Casi siempre resulta que es cierto que no fue cierto, y con ello políticamente se “certifica” a lo incongruente, cual si la incertidumbre fuera una medida exacta de la apariencia de un macabro y malévolo desierto. Y de-cierta manera es así. El cuerpo humano y su espíritu deportivo son explotados olímpicamente [1] de diversas maneras convirtiendo récords de “atletas imposibles” en grandes negocios, un espectáculo donde un Sansón politizado (el antípoda del hambre y sus patrocinadores) es señalizado por todos lados de su cuerpo con las marcas de los “neoliberales empresariales”. Recorren 100 metros en menos de 10 segundos mientras cien millones de dólares se mueven a otra velocidad matando con su furia y fast hungry a miles de seres humanos desde las Casas de Bolsa y de Valores. Los medios masivos lo confirman a cada instante, nos bombardean intentos por esconder o disimular que este aparatoso espectáculo es un velo u cortina de humo a escala global que intenta ocultar una gran perversidad: el terrorismo financiero. “Pero es imposible intentar tapar a la realidad con unas olimpiadas”. Basta y sobra recordar que en el México ‘68 los juegos olímpicos mexicanos celebraron a la juventud mundial después de haber reprimido a su propia juventud. México atacó a su futuro matando a sus estudiantes, el 2 de octubre se ejecutó un asesinato de Estado [2]. La inteligencia mexicana y su proceso liberador fueron reprimidas y castigadas. Ni arriba ni adelante [3], atrás y hasta nunca. En Munich ‘72, un grupo de palestinos dejó ver al mundo una tragedia en tiempo real. Un Septiembre negro distinto en lo parecido a nuestro Rojo amanecer del 2 de octubre. O bien los boicots realizados por Estados Unidos a Moscú ’80 y la respuesta de este mismo en los Ángeles ’84. ¿Pekín 2008?, aquí se erigió otra gran muralla china contra y/o informativa para disimular a uno de los regimenes más autoritarios del planeta. [4] China está globalucinando una aperturay el resto del mundo con ella. Se nos aparece en varios de los fragmentos de nuestra cotidianidad, es un enlace entre las naciones a través de sus productos Made in China; dominante económica y de presencia, que se impregna desde la manufactura de nuestra vestimenta y prendas mínimas, hasta la gran migración de chinos que se han establecido alrededor de todo el mundo: comercializando abarrotes, objetos y productos, bienes y males, bebidas alcohólicas en horarios insólitos, y hasta muchas de las banderas internacionales han sido confeccionadas en China para luego ser vendidas por chinos en los lugares de origen. II. Las Olimpiadas y el chino medallas
El 9th Open International Performance Art Festival of Beijing, estaba programado para realizarse en septiembre de 2008, pero fue desplazado a principios de octubre por órdenes del Estado a un tiempo muy posterior a la celebración de las Olimpiadas por ser una actividad colectiva independiente. Al mismo tiempo, se expulsaba a extranjeros residentes en su territorio para controlar con ello la misiva de lo que podemos llamar territorismo paranoide. Este nuevo síndrome de las potencias mundiales anti-inmigratorio es todo un padecimiento social “totalitario” que ha sido (de)generado por un terrible parasitismo político. Muchos líderes políticos se comportan como bacterias, succionando e infectando los valores vitales de la vida desde una Casa Blanca o una Casa de Bolsa, mismos que han podido porque cuentan con la ayuda tramposa de los medios de comunicación más IVA, y esto porque reafirman como factor decisivo que el miedo es el mensaje. El impuesto al valor arruinado se llena de estrategias fatales con tal de prevenir y condicionar el miedo y asegurar con ello el nacionalismo doméstico. Es la nueva ecología del miedo.[5] Domesticar las finanzas del individuo, es la condición política que contagia a todo el planeta el fenómeno olímpico, “otra” gran odisea corporal, que hace ver el (cuerpo) de otros (el nuestro) como obsoletos, inacabados o innecesarios. Sólo pueden ser visibles los atletas, el resto no estamos más que como una multitud invisible y considerada imbécil por los bobiernos federales.
Y en este acto mundial de fomentar “el olvido”, con las finanzas es que sobrevive, sobresale y se desarrolla la novena edición de un festival de performance en Pekín, que ha estado privilegiando al cuerpo (del arte) de otra manera. Un festival que ha luchado desde sus inicios para continuar vivo gracias a la convicción y constancia del artista Chen Jin y sus colaboradores. La resistencia del cuerpo, ha sido de otra forma, el dominio integral que surge como otro lenguaje corporal que ha perdurado pese a las amenazas y restricciones del estado. En este festival no hubo rapidez sino inmediatez, no hubo velocidad sino tiempo, no hubo fuerza sino inteligencia, no hubo imposición organizativa sino colaboración, tolerancia y solidaridad, y no hubo equipos sino colectivos, aplausos, risas, proApuestas y sustos, lágrimas y conceptos de nuevos preceptos. Tampoco hubo un chino medallas, pero si otro intercambio simbólico y cultural. Incluso muy afectivos.
III. ¿Con-su-mismo comunismo? El festival se llevó a cabo dentro del innovador complejo cultural y artístico 798 Art Zone, [6]ubicado en el distrito de Chaoyang, en Beijin, a una hora del centro [7]en metro y bus. Único en el mundo, este gigantesco lugar esta formado por antiguas fábricas de armamento diseñadas y construidas por ingenieros de la antigua Alemania del Este; ahora, se han transformado y reciclado en espacios culturales. Se encuentran desde galerías a varias escalas, hasta estudios envidiables de artistas, tiendas de diseño con mucho comunismo Pop; librerías y archivos con mucha información de China wow y del mundo mundial; restaurantes con menús internacionales, bares chic y cafés con muy buen look chicomunista; laberintos de paseos agradables con terrazas y áreas de descanso con mucho arte alrededor eran oasis perceptuales en el irregular clima de Beijin. Aquí también nos encontramos al consumista comunista o tourist red set.
798 Art Zone es una gran demostración de la fuerza creativa y de la experimentación desinhibida china que (how ever) contó con un gran apoyo económico del estado para las mejoras visuales pre-olímpicas. Inclusive, en algunos momentos y rincones se nos recuerda a Greenwich Village o al SOHO neoyorquino, a pesar de que sus graffitis disidentes sean ordenados o bajo encargo. Fue designado un atractivo turístico durante los Juegos Olímpicos y cuenta con mini transportes públicos para hacer recorridos por este otro gran nido artístico. La gran mayoría de los lugares, privados y comunes, contenían notables exhibiciones, llenas de producciones insólitas con muchos visitantes de colores, buscando moda y mayoreo conceptual. Era notable que la identidad nacional construida a partir de una ideología comunista era renovada por muchos artistas como una nueva ideología comunista consumista. Apreciables hechos y obras que nos permiten deducir el nacimiento de un nuevo personaje histórico en la era del consumismo salvaje: Mickey Mao o… ¿Mouse Tse Tung?, ¿un nuevo comunista consumista? Consumido y no, el sagrado Mao me dejó Confucio. IV.- La Con-fusión y la Odisea Comisariada por el artista de performance mexicano Martín Rentería y dirigida por el artista Chen Jin, la novena edición del Open Festival en el Open Realization Contemporary Art Center, reunió el trabajo de varios artistas chinos, así como a artistas provenientes de Polonia, Japón, España, Suecia, Serbia, Alemania, Estados Unidos de América, Dinamarca y México. En el baño me encontraba al sueco Hans T. Sternudd quitando residuos de su cuerpo convertido en una pintura, y cuya acción personal me relataba otro suceso de una acción corporal como el makin off posterior a su evento. El performance me tomaba por asalto y me rodeaba como grata bienvenida a China wow shingona. Más adelante, entre mi reacomodo y ubicación en el lugar, la polaca Angélica Fojtuch seleccionaba al azar un espectador chino con quien se unió y fundió en un solo cuerpo por medio de un vendaje médico. El ritual de vendar los dos cuerpos, -ella abrazaba y sujetaba de pie y por la espalda al otro chino-, tuvo la pausa necesaria para causar una gran expectación. Quedaron completamente momificados, parecían dos cuerpos restaurados de un aparatoso accidente y, angelicalmente, con un nuevo oriente intentaron caminar juntos. Los pasos se con-fundieron, y en un sólo cuerpo movido torpemente y de forma graciosa, dos culturas, masculina y femenina, intentaban caminar juntos con el vendaje puesto, atrás y para adelante, inclusive de lado, quizás para lograr la curación de una fractura cultural impuesta.
Gerard Altai de España, silbando como fondo musical el himno nacionalista franquista (republicano) clausuró la entrada al lugar de celebración de los performances con una cinta amarilla y negra que se usa para señalizar sitios en construcción , o bien también nos remetía a un cordón policial. La suma de lo amarillo y negro en el espacio urbano, es un límite de movilidad y desplazamiento. Al terminar de encerrar al público y dejarnos fuera a otros tantos, ya con el territorio delimitado, gritó “¡no pasarán!” en cuatro idiomas y varias veces: español, catalán, inglés y chino. Gerard Altai en el anterior festival destacó por haber dinamitado con Goma 2 los libros escritos por Confucio. La ortodoxia oficial, confucionista y comunista, o mejor dicho confuciomunista, era reventada en mil pedazos con un material de alto riesgo que no es fácil de conseguir y menos en un régimen así. Parte de la estructura base de la llamada Educación Patriótica en China [8]se dividía y dispersaba en mil pedazos, quizás cada uno de estos representando a los mil millones de chinos que existen en el mundo. Otra vez la con-fusión de las ideas. Nos comentaba que después del big bang yellow-red sólo aparecieron dos patrullas que no observaron “daño alguno” y decidieron retirarse sin hacer preguntas. Tomando en cuenta que cualquier crítica al gobierno chino dentro de su territorio es considerado una traición, el reto asumido por Gerard de Altai dio en el blanco del desacuerdo al buscar nuevas opciones de pensamiento y conocimiento en el mismo territorio chino, y, según me comentó, era como dinamitarle los pies a la educación oficial.
Arai Shin-Ich de Japón realiza otra acción donde se da de nueva cuenta la con-fusión de las ideas. Haciendo una introducción a la obra de Joseph Beuys, comentada en inglés y traducido al chino simultáneamente, fue comiendo y deglutiendo las imágenes de este artista que tenía pegados en la pared. Se atragantó de papel y tinta y con la boca llena intentaba comunicarnos la tragedia que significa que todos pueden ser artistas menos él mismo.
Ma Yanling y el disparo a la sien del pueblo. Durante el festival del performance perdí de vista el ejecutado por la artista china Ma Yanling. Sin embargo pudimos celebrar juntos una serie de entrevistas a lo largo de mi estancia. Nos llama la atención la acción que realizó frente a la Plaza de Tiananmen en el año de 2006. Atrás de la guardia china y con el retrato de sagrado Mao a sus espaldas, toma una pistola y se apunta a la sien, en un sitio donde los miedos masivos fueron explotados y exterminados. Reprimidos impunemente en el año de 1989, el principio básico de libertad y democracia y la demanda de mayor sentido común al Partido Comunista Chino, fueron las causas que llevaron a la masacre de más de 2000 estudiantes y civiles. Los reporteros y medios extranjeros fueron expulsados de inmediato, a- penas iniciada la revuelta por temor a lo “nocivo” de los medios masivos, miedo inverso que no es más que un reflejo del Estado en su propio espejo. Los tanques del Ejército Popular de Liberación detuvieron la movilización que impugnaba menos corrupción y represión por parte del Partido, así como la demanda de garantías individuales para generar empleos y disminuir el déficit de inflación que se estaba generando con las nuevas reformas económicas. Los tanques aplastaron la buena voluntad. Pero Ma Yanling nos toma por asalto para sorprendernos a mitad del cementerio político ordenado por Li Peng y nos deja ver la magnitud de un “suicidio colectivo” que fue orquestado por el Estado represivo de aquél momento. Pero, que todavía perdura de cierta manera. Este lugar está profundamente vigilado, para acceder a la Plaza Tiananmen hay scanners feroces, miles de vigilantes con uniformes llenos de miradas lascivas y algunos policías disfrazados de civiles con sonrisa de amargado. A pesar de las multitudes que conviven en la plaza, se siente un gran vacío. Sobre esa ausencia se expresa en libertad Ma Yanling: decidir por su vida es un derecho que no debe de ser asesinado por ningún Bobierno. Su astucia consagra el valor de las ideas y de las acciones, pensar no es un delito. Es un requisito que se le exige al Estado por el bienestar común.
Gaoxiaolan con su performance Chunwo Chaiyo abordó el tema tibetano, del que no suele hablarse mucho dentro de China misma. Según entrevistas realizadas a varios asistentes de diversos tipos, tanto artistas como público en general. Chunwo es China y Chaiyo es fuerza, adelante. “Adelante China, fuerza China”, era el grito que la artista Gaoxiaolan enunciaba y repetía mientras subía las manos y se arrodillaba frente a una videoproyección que dejaba ver paisajes tibetanos en movimiento. La energía sonora de su voz se entrecruzaba con el audio que enriquecía la tensión y la atención a su acción; aunado a su corporalidad y certeza de movimientos nos permitió tanto ver la duda o el apoyo a la causa tibetana: nos mostraba tanto un desacuerdo con la denuncia sobre la imposición china en el Tíbet así como la seguridad de que los tibetanos reciben beneficios chinos de forma muy enérgica. A la espera nerviosa de algunos cuantos por la posibilidad de que hubiera espías gubernamentales o de un gesto represivo por parte de la policía, la acción duró largo rato, lo que también nos permitió ver una cierta libertad política para la realización de esta acción, derrumbando entre nosotros el mito de la represión.
V. México en China
Mapa de recuperación de Lorena Wolffer fue un performance ritual de sanAcción. Concebido en específico para el Open Festival, forma parte de su proyecto Expuestas, registros públicos. [9] Su cuerpo se convirtió en una antena que yacía semidesnuda sobre una cama de atención médica. En palabras de la autora, deseaba sanar mi cuerpo -que fungía metafóricamente como el cuerpo colectivo del creciente número de mujeres mexicanas receptoras de violencia— a través de acupuntura y moxibustión. [10] La intención de llegar a la otra a través de su cuerpo, como ritual de sanAcción es escenificada con la colaboración de Zhang Binbin, una médico de acupuntura tradicional china. También cuenta con la asistencia de una traducción simultánea del inglés al chino que hacia otra mujer china llamada Vigi. Las tres mujeres conformaron el escenario de lo que Wolffer planteó como un intento de sanación colectiva a través de su cuerpo. Lorena Wolffer fue narrando en diversos tiempos las agresiones sufridas por 7 mujeres en México y que ella misma había entrevistado en el Refugio Nuevo Día de la Ciudad de México. A continuación, dos ejemplos de los testimonios leídos en inglés y traducidos al chino:
Cada aguja insertada era un apéndice sensorial, tanto emisores como receptores al mismo tiempo. En las indicaciones que dio Wolffer a la terapeuta, de acuerdo al comentario de dolor narrado, era fundamental que la doctora eligiera un lugar específico de su cuerpo para ubicar las agujas y la moxibustión. Con las agujas antenas proponía una operación simbólica que permita extraer el tumor social y doloroso de la violencia de género que en nuestro país se vive y que era revitalizado y traducido de un idioma a otro en Pekín. Y, de acuerdo al contexto político y social de inmediato tuve el sentimiento introvertido a la otra violencia biopolítica inquisitiva, que el gobierno chino establece como medio de control sobre las mujeres, entre ellas el del control obligatorio de la natalidad.
Fuente de creación, cada aguja se inscribía en su carne y dibujaba con las notas leídas una cura. Lorena rectifica con su cuerpo el dolor de las demás, en el intento por anestesiar el sufrimiento y la ausencia de un debate público sobre los hechos. Pero el debate se realiza sobre su cuerpo, se escenifica un combate contra la indiferencia que existe sobre la violencia de género no sólo en nuestro país. Con la moxibustión, su cuerpo se transformó en una chimenea, una fábrica que intenta hacer combustión a partir del delito de indeferencia al fenómeno. Martin Rentería realiza el performance titulado Xian Zi, que traducido al castellano significa “ahora”. Los esfuerzos físicos que Martín demostró durante la realización de su evento requieren de un gran entrenamiento muscular. Los límites corporales expuestos en las olimpiadas son contrapuestos a los límites físicos del arte del cuerpo. Nos demostró que el body art es otro culto al cuerpo distinto, es una manera de subvertir la existencia. Con el torso desnudo, entró a un escenario oscuro. Una escalera de aluminio de 5 metros y medio de altura de dos piernas era el objeto compositivo del que se valdría la acción Xian Zi. Primeramente, el artista extrae de un maletín una serie de objetos y varios billetes falsos de moneda mexicanos con los que arma unas cadenas que coloca como envoltura en sus pies mientras dos sirenas de policía colocadas al suelo fueron activadas desde la incómoda postura y comenzaron a sonar sin cesar. Tres bolsas llenas de agua estaban sujetas a un travesaño a 2.5 metros, que cruzaba la escalera de un extremo a otro. En un acto de acrobacia, Martín se cuelga cual si fuese un vampiro conceptual y con la ayuda de un palo perfora las bolsas dando inicio a una pequeña lluvia. Los billetes están sujetos a sus piernas y el artista realiza un esfuerzo abdominal flexionando su cuerpo hacia arriba con el grado de dificultad que implican las leyes de Newton y su gran atracción hacia abajo. Martín está de cabeza y de cabeza está el mundo. Al intentar tomar los billetes, el esfuerzo es mucho mayor de lo que sería agacharse a recogerlos, es el grado de dificultad que se tiene para hacer dinero. La fortaleza que requiere nos provoca una reflexión sobre las sirenas que no paran de sonar, sin que esto sea una recordatorio a ningún Ulises de las finanzas afiladas. Los billetes son arrojados a un caso que tiene un brebaje alcohólico chino.
El gasto de cosas que con el uso se extinguen es una de las ideas que me sugirió el trabajo de Martín. El poder del dominio radical que el estado ejerce sobre el cuerpo, regidos por la economía, el esfuerzo por tomar el dinero estando de cabeza y suspendido en una barra sujeta entre dos escaleras: Rentería nos dice que la fabricación de esfuerzos para lograr tomar el dinero es un trabajo obligatorio que hace lejana la fortaleza de un posible ahorro: después quema al símbolo del símbolo, es decir su valor adquisitivo. El canto de dos sirenas (policiacas) es el acompañamiento del fuego que consume el gasto de cosas. VI. La lengua del dragón y la improvisación calculada en voz del fuego
Siendo China la cuna de la pólvora y el lugar de nacimiento del gran reconocido artista conceptual contemporáneo Cai Guo Quiang, decidí rescatar y sacar del baúl conceptual mi trabajo con fuegos artificiales y explotartes, trabajo que realicé desde el año 1985 hasta mediados de los noventa, incluyendo el uso de explosivos derivados de la dinamita y nitroglicerina para hacer esculturas. Mi planteamiento es menos espectacular, y se desarrolla en la periferia de lo glocal, la mayoría de las veces, y tiene como eje conceptual no sólo crear con nuevos medios inéditos de otra forma, sino la de construir con lo que destruye, a la vez de arrojar luz sobre los diversos modos de explotación de recursos humanos y naturales, la explosión demográfica, los estallidos sociales, y, sobre todo considerar el poder explotador de líderes y políticos para estallarlo en presencia del público. No sólo me valgo del fuego y la pólvora, sino que coloreo mis explosiones ejecutadas por el público. En ocasiones logró mezclar el agua y el fuego, haciendo compatible a dos elementos que se agotan uno al otro. Se realizaron 4 detonaciones que culminaron con la creación de varias experiencias con el público chino. Titulé a mi primera explosición La lengua de dragón. Había investigado que durante la matanza de Tiananmen, de los magnavoces del cuartel general del Ejército Popular de Liberación, se emitía a todos volumen la canción El heredero del dragón. Durante la represión, muchos estudiantes fueron convertidos en antorchas humanas, quemados vivos y aplastados por los tanques. De las personas conocidas nadie pudo explicarme el contenido de dicha rola pero me sirvió para titular mi primera acción. Así queen unatela de 5 metros por 1.20 coloqué una tira de “metralla”, cientos de cohetes de pólvora unidos entre si y que se fueron detonando en secuencia, produciendo un estruendo continuo de varios minutos con humos de colores. Al ser detonada esta metáfora sobre el idioma o forma de hablar del dragón, se liberaron colores que quedaron impresos sobre la tela. La obra fue accionada por una participante china local, de nombre Ivonne, después de que dí un pequeño discurso para connotar la detonación de esta obra, dedicada a los derechos humanos.
En la 3ª detonación se le pidió a un chino espectador e involucrado y muy expectativo en el evento que se quedara inmóvil, y con ello crear una metáfora sobre la situación política que se vive en el país chino. Realicé un retrato de esta persona con agua, sus trazos invisibles aparecieron al detonar las cápsulas y obtener como resultado la obra que se muestra a continuación. Se explicó en inglés, que la espera al cambio es generalmente curiosa o tensa, sobre todo en los eventos que interesan o importan, como el cambio político. No fue la única casualidad atrapada y calculada, pude detonar una calavera y un corazón sangrante con la ayuda del agua y la pólvora. La preparación de esta obra, se realizó durante el desarrollo del festival y tuvo un grado de dificultad muy alto, donde el azar nos favoreció ampliamente. Conseguir los fuegos artificiales en un momento tenso y donde han sido declarados ilegales, fue una aventura estresante pero luminosa. Tuvimos que salir de Pekín e internarnos en una zona profunda, donde pude conocer a la China rural, distinta y lejana de la promovida por la imagen exterior que se quiere dar de China. La lengua del otro imperio, el inglés ya no era visible ni a corta ni a larga vista, era la verdadera China, la China de China. Si algo sobresaltó a la vista, fue la buena onda y simpatía de todas las personas conocidas, quienes mutuamente nos veíamos con curiosidad y llenos de emociones muy positivas. Caminar por las calles de Pekín, era vislumbrar el asombro de sonrisas curiosas y agradables saludos provenientes de desconocidos. Algo que quizás no se halla documentado mucho como la otra realidad de China. ¡Al Sr. Bushit, le deseo feliz daño nuevo 2009! César Martínez Silva
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