IX Salón de Arte Bancomer, una lectura de imágenes de la urbe

Replica21

José Manuel Springer

Pedro Friedeberg"Infonavit de las cucarachas"
Pedro Friedeberg, 2000.

Resulta difícil pensar en las urbes de hoy como lugar de lo sublime. Cualquier rasgo de esa belleza inefable es frecuentemente ahogada por la artificialidad que la rodean. En la vida cotidiana la experiencia citadina estandariza la sensibilidad y nos convierte en autómatas que reaccionan a estímulos. Pocos utilizan su sensibilidad para detenerse a buscar lo sublime.

La más reciente edición del Salón de Arte Bancomer, titulada Aparentemente Sublime da cuenta del proceso de evaluación de la experiencia urbana, que ofrecen las artes visuales. Entre la obra que conforma la exposición encontraremos algunos artistas que revelan un lado humano, sublime, pero la mayoría se refiere de manera sarcástica a la accidentada, violenta y aburrida vida citadina.

El éxito de la exposición radica en el diálogo que establece entre artistas maduros como Helen Escobedo, Lourdes Grobet y Pedro Friedeberg, con artistas emergentes como Maria Escurra, Sebastián Romo y representantes de la generación intermedia como Mauricio Rocha o Antonio Luquín. Sus contadas fallas tienen que ver con la reiteración de lenguajes y temas que han sido planteados con mejores resultados por otros autores, o el simplismo –no la banalidad, que ya es una estética del arte de hoy- de algunas de las obras.

El planteamiento de las curadoras Itala Schmeltz y Karen Cordero establece una fusión entre la primera generación de artistas contemporáneos y la horneada actual. Hay en la exposición vinculaciones significativas que muestran que ciertas temáticas y soluciones formales se encontraban presentes en los 70 siguen vigentes en el 2003. Es esa lectura del pasado y su relación al presente del arte lo que constituye uno de los aportes del Salón.

Lourdes Grobet"Prometeo Unisex"
Lourdes Grobet, 2000.

A primera vista, se distingue una coherencia general en la selección de la muestra que permite apreciar la obra en relación con el propósito de la exposición, enunciado en el título. Mi primera conclusión es que el material utilizado en las obras se convierte en parte definitiva del contenido de las mismas, más que las formas o las imágenes propuestas. Esto refuerza la idea de que existe una experiencia estética particular de la ciudad: nuestras vivencias están conectadas frecuentemente con el aspecto físico, material, de la ciudad y la repercusión sobre nuestro estado psíquico, por ejemplo los directorios telefónicos.

La vida en la metrópoli nos presenta constantemente alternativas, y esto nos obliga a tomar decisiones cada vez más rápidas. A diferencia del mundo de nuestros padres y abuelos, nuestras realidades duran unos cuantos años, nuestras referencias son efímeras y los ideales caen y se reconstruyen día con día.

Cuando caemos en la cuenta de la finitud de nuestros sistemas descubrimos que el video de Lourdes Grobet, Prometeo Unisex, no es una ironía, es solamente la expresión de un nuevo ideal más acorde con nuestro tiempo. El Prometeo de Grobet, una de las militantes de los llamados Grupos de los 70 en México, es una versión digital sofisticada del mural de José Clemente Orozco Prometeo, realizado en el Hospicio Cabañas de la ciudad de Guadalajara. El punto de vista de la imagen conserva la perspectiva del mural que pintara Orozco en 1938-39.

Proyectado en la cúpula central de la sala, la imagen de una masa humana carnosa y gelatinosa, en un ambiente claustrofóbico, propone una lectura del mito de Prometeo y su desafío. Diríase que sobrepone una metáfora virtual a una visión anárquica, opuesta a la sensación de hartazgo que provoca en nosotros de la cornucopia de imágenes de la muerte aparecidas en la prensa cotidiana.

Helen Escobedo"Malas Noticias"
Helen Escobedo, 2000.

Malas noticias, la instalación de Helen Escobedo, obliga a leer la prensa de una manera distinta, a través de un conjunto de cuerpos cercenados y colocados sobre camas de hospital. La superficie de estos despojos humanos está cubierta de papel periódico con noticias de muertes y guerras. Demasiado literal en su representación, la instalación deja ver como nos hemos acostumbrado a ver el espectáculo de la muerte virtual, sin hacer memoria o tomar conciencia de los verdaderos muertos.

Como la decoración de plástico que propone Pilar Villela - una fusión de carnes muertas, dentaduras, oculta sobre un florido mantel de plástico fotografiado-, las imágenes se mimetizan y penetran en directo a nuestro inconsciente.

La prensa, el registro diario de la vida en la ciudad y del mundo convertido en un pañuelo ensangrentado, nos acerca a la metáfora de la basura, del reciclaje y de los velos que cubren nuestros sentidos. El video que realizó Grobet sobre la obra de Helen Escobedo ES-IS articula el sentido de posibilidad de transformación de la realidad.

Intervenciones arquitectónicas

Diego Teo"Multifamiliar"
Diego Teo, 2000.

La arquitectura de la ciudad es un ejemplo de la elasticidad y adaptabilidad. En toda la exposición hay varios ejemplos de intervención arquitectónica, una de las tendencias favorecidas por el arte actual, que nos hacen imaginar un paisaje citadino distinto, nos confrontan con el horror del hacinamiento o proponen la utopía, principio fundador de las primeras ciudades. El resultado no siempre es halagador, como puede observar en el ensamblaje de Pedro Friedeberg Infonavit de las cucarachas. El veterano artista surrealista regresa al museo de arte moderno con una visión cáustica del hogar mexicano, donde la frase: En este hogar somos católicos, suena a una justificación estética más que a una profesión de creencias religiosas.

Diametralmente opuesto a esa comentario sardónico, con un tono más evocativo, resulta la obra de Diego Teo, Multifamiliar, realizada con varias pilas de directorios telefónicos de la Ciudad de México.

La obra de Friedeberg entona en ironía con la obra de Jerónimo Hagerman, quien echando mano del diseño industrial recrea una metáfora de la modernidad citadina: el automóvil familiar. La utilización de chapa de madera sobre la pared recuerda la mirada de un esteta, que busca el efecto sublime en lo kitsch, que el de un artista.

Otra manera de ver la intervención arquitectónica la propone Mauricio Rocha, que rompe el edificio del museo e instala una escalera de madera, como una salida de emergencia, que tiene un eco de la propuesta Gabriel. Orozco en aquel lejano Salón de Espacios alternativos, que consistía en apuntalar la estructura del museo. Las excelentes fotografías de Mariana Castillo Deball, que registran pequeños segmentos de la de la piel de un edificio, son una manera actual de referirse a la arqueología de la vida cotidiana, y plantean la presencia de el artista y su complicidad con la mirada atenta del espectador. En un registro similar, la maqueta arquitectónica de Sebastián Romo retoma un principio ampliamente conocido en el diseño urbanístico, que es relacionar el todo con la parte y viceversa, en un intento por crear una armonía o contrapunto.

Aspectos de la cultura viva

Diana María"Las putas de mi conciencia"
Diana María, 1999.
En general, la etnografía visual es cada vez más recurrente en las obras de las generaciones de productores visuales emergentes. Como señala Itala Schmeltz, interesa más “el proceso de lectura de la imagen que el clásico oficio de la representación”. Y quizá es aquí donde los desaciertos de algunas piezas hacen que la obra resulte más “ocurrente” que concurrente con los temas de la exposición. Piezas como los mapamundis de Jaime Ruiz Otis, o las muñequitas vestidas de Diana María, son intentos de hacer un apunte de lo obvio sin llegar a lo insólito. La capacidad de sorpresa del arte es cada vez menor.

Habida cuenta que los habitantes de la ciudad nos volvemos más impávidos a lo que se encuentra a nuestro alrededor, es justo esperar que el arte actual rompa con los estereotipos significantes acumulados en nuestra mente. Las pequeñas pinturas de Antonio Luquín y las serigrafías de Richard Moszka son ejemplos de este intento reivindicador. El primero parte de la pintura y el segundo utiliza la serigrafía.

Luquín crea visiones pictóricas nostálgicas del horizonte citadino. En la obra NYC 10S observamos las Torres gemelas de Nueva York desde un paraje en las afueras de la ciudad. Mientras que en Matriz Boy 2 el artista representa un conjunto de rascacielos vistos a través de una textura binaria de números que ahoga al Matrix Boy, un pequeño humanoide del tamaño de un cursor de computadora. Cuadros pequeños que funcionan como deconstrucciones de las macrohistorias urbanas.

Antonio Luquín"Matrix boy 2"
Antonio Luquín, 2003.

Ante la imposibilidad de definir un espacio consagratorio de la ciudad, lo mejor es celebrar su destrucción imaginaria; un eco del 11 de septiembre asumido con cierto nihilismo. Es así como en las serigrafías de Moszka, artista canadiense residente en México desde hace diez años, se inventa la destrucción de la torre de telecomunicaciones del centro Telmex en el centro de la ciudad de México. El efecto visual de tipo cómic queda subrayado por el título ambivalente de la pieza: Oh, si bien, bien, rompe y quema, rompe y quema.

Las mujeres y lo femenino en la ciudad

Dianne Pearce es otra artista canadiense de la exposición, que ya tiene varios años de vivir en México. Con cada año su obra ha ido ganando en espontaneidad, adaptando más materiales mexicanos que le sirven para hablar de contenidos femeninos con sutileza y fina ironía. La obra de Dianne ha estado marcada por el uso de textos y por la crítica hacia cualquier tipo de violencia contra la mujer.

En esta ocasión su pieza responde a la inseguridad y la amenaza que significa vivir en una cultura agresiva. Sus mensajes Palabras de Sabiduría, Consejo de amigo y Abuso verbal, son una especie de sentencias que sugieren la designación de roles de la mujer y están recortadas en plásticos multicolores.

María Ezcurra, Irma Sofía Poeter y Tania Candiani presentan piezas que se mueven en el registro de lo domestico y lo femenino para hablar de realidades violentas de una manera muy ingeniosa. Ezcurra hace con el material una metáfora de la ausencia femenina, la de las muertas de Juárez, simbolizadas por los zapatos y pantimedias, similares a las encontradas en el desierto de Chihuahua. Esta escultora de origen argentino incorpora un guiño de ingenio para subrayar el efecto del contenido. Irma Sofía Poeter incorpora la imagen de la decoración de interiores para seducirnos con aparentes retratos del sexo femenino sutiles y provocadores. Su escalera de huesos llamada Retratos Familiares, fémures humanos, enlazados con tejido de gancho es de una ironía absoluta que enlaza la mano de obra y la muerte. En contraste la Zapatilla de boda de Heráclito López demuestra que los materiales y la forma por si solos no aseguran un contenido que provoque una lectura sobre el tema de la violencia femenina. Para Tania Candiani el problema de la violencia se manifiesta por la protección que sugiere en sus Cascos Protectores, fotografías y ensamblajes que recuerdan los juegos infantiles.

María Ezcurra"Ni una más"
María Ezcurra, 2003.

De películas infantiles y videos

Las obras en video presentadas en el Salón tienen en común el cortar, editar y presentar una realidad documental para crear una lectura ficticia. Verena Grimm y Artemio han hecho de la mirada selectiva una herramienta de extracción de significados diversos. En el caso de Grimm nos presenta Haciendo Tiempo, una secuencia del cambio de guardia de cadetes de la marina, ceremonia que concluye con un marino limpiando una placa de cobre colocada a la entrada de una edificio. Se trata de esas acciones irracionales que son parte de nuestra vida diaria y que ignoramos o nos sorprenden cuando las miramos con detalle.La realidad es manipulada para crear el efecto de un doble discurso en la película Apoohcalypse Now, una versión de la película de animación para niños Winnie de Pooh realizada por Artemio y cuyo precio con todo y la tienda de campaña dentro de la cual se proyecta es de 30 mil pesos. Resulta cómico observar como el osito adopta la voz del capitán Kurtz -Marlon Brando- para relatar las atrocidades de la guerra en Vietnam. Aunque la obra es una fórmula ya usada resulta bastante efectiva.

Propuestas como la de Galia Eibenschutz, que presenta una serie de fotografías de un limpiavidrios montado en su frágil andamio, nos conectan con una experiencia cotidiana, pasajera e invisible para los que habitamos en la ciudad.

De la misma manera, los cielos de Yolanda Paulsen, en los que la manufactura es parte integral del contenido (están hechos con un vaciado en hule de los bronquios de animales), provocan la meditación sobre el entorno y nuestro interior, una ecuación que el homo urbanus ha olvidado por completo.

En las últimas tres ediciones del Salón Bancomer hemos visto una tendencia a alejarse de las disciplinas tradicionales en pro de un arte más arriesgado y menos comprometido con el mercado artístico convencional. Con todo y de que se trata de un salón que impulsa la venta y el coleccionismo, la selección de obra demuestra la independencia del criterio curatorial y eso en un país como éste resulta aparentemente sublime.

Artemio"Apoohcalypse Now"
Artemio, 2002.

Diane Pearce"Seis objetos para abrir la piel"
Diane Pearce, 1997 y 2003.

 

 

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Fecha de publicación: 11.11.2003