A sangre y lodo.
Reflexiones al vilo sobre la instalación de Teresa Margolles en la Bienal de Venecia

Teresa Margolles

Gabriela Galindo

"Y cuando les preguntan quiénes han presenciado
un hecho violento, ¿cuántos levantan la mano?
–Todos"
Testimonio de Esther Chávez Cano
Directora de Casa Amiga en Cd. Juárez

 

16 de septiembre, 2008 - Reuters: Varias granadas explotaron en Morelia en plena celebración del grito de la independencia, dejando al menos ocho muertos y 100 heridos.

Teresa Margolles
Limpieza (2009) Limpieza del piso de las salas de exhibición hecha con
una mezcla de agua y sangre de personas asesinadas en México.
La acción tendrá lugar al menos una vez al día durante el tiempo que
dura la Bienal de Venecia.

La entrada era lúgubre. Las paredes del Palazo Roca tenían un tapiz viejo y desgarrado de color rojo –sí, rojo sangre–  el espacio parece abandonado, los estragos del clima y el tiempo se dejan ver en las esquinas, techo y pisos del recinto y de antemano me viene a la mente una reflexión: "es verdad, aunque nos duela, ¿de qué más podemos hablar?"
La primera instalación era una preparación para el brutal impacto de una certeza, "nos están matando" –o ¿nos estamos matando?.

Huele a encerrado, a humedad podrida. Entro a la primera sala, no hay nada excepto una cubeta y un trapeador. El suelo está mojado. Con pasos lentos me acerco a la cédula que indica el título de la pieza: Limpieza; en ese momento veo a una señora que toma el mechudo y afanosamente pasa el trapo por el piso, renovando la humedad con agua mezclada con la sangre de víctimas de la violencia mexicana. Hay que limpiar con sangre los pecados cometidos, hay que pisar los restos de los muertos, de esos que nadie se acuerda de sus nombres, de esos que todos los días son enterrados en el olvido y pasan a ser sólo una estadística.

Una oleada de silencio se dejó sentir entre los que estábamos en la sala. Nos quedamos quietos observando a la mujer que barnizaba de muerte el piso de la sala. No me atreví a asomarme a la cubeta. Inconscientemente salí de la sala de puntas, como no queriendo pisar, aterrada de esos restos que me llevaba pegados en las suelas de mis zapatos.

20 de noviembre 2008 - El Universal: Tijuana, Baja California, registró 172 muertes violentas por actividades del narcotráfico y el crimen organizado sólo durante el mes de octubre de este año.

Teresa MargollesLa muerte es cosa seria, sin duda, pero la violencia es aún más. La siguiente sala me dejó sin aliento, sin imágenes, solo sangre y lodo de un lamento contenido en unas grandes telas que cubrían casi por completo las paredes del pequeño salón. ¿Quién habrá vivido ahí?, quizá ese espacio fue algún día una bella salita de bordado, donde alguna noble dama veneciana descansaba alegremente en las frías tardes de invierno. Hoy en esa sala el único bordado que queda es el que despliegan esas enormes telas mortuorias, bañadas en sangre, en las que se irán cosiendo con hilo de oro frases ejecutorias, advertencias que los narcotraficantes dejan como aviso, como amenaza: "Hasta que caigan todos tus hijos", "Así terminan las ratas". Se borda una sentencia de muerte mientras que ya se han des-bordado los límites de la tolerancia, y aún así, seguimos tolerando. El crimen se oculta con el oro del narco, pero el brillo del metal amarillo no resucita a nadie, no engaña a nadie, sólo compra silencios y es momento de que hablemos, insisto, aunque nos duela.

 

 

22 de diciembre, 2008 - El Mundo:16 personas aparecieron asesinadas este domingo en el estado sureño de Guerrero con un mensaje junto a los cuerpos: 'Por cada uno que me maten les vamos a matar a diez'.

Teresa MargollesPaseo de las Joyas (2009) Joyas de oro
engarzadas con fragmentos de vidrio
provenientes de un "ajuste de cuentas"
que involucró un tiroteo de cuerpo
a cuerpo en las calles de Culiacán,
México en abril del 2009.

Con el oro también van las joyas, no podemos evitar pensar en la típica la imagen del narco con sus grandes cadenas de oro, brazaletes y diamantes incrustados hasta en los dientes. En la muestra también había unas joyas, debo confesar que yo no las vi, porque según nos informaron estaban resguardadas en una caja fuerte que fue empotrada en alguna pared del palacio, que por cierto, tampoco vi por ningún lado. Pero dicen por ahí que hubo quien sí las pudo ver, y dicen que brillaban; sin embargo ya sabemos que "no todo lo que brilla es oro", y las joyas de Teresa brillaban con el destello de la muerte. No estaban hechas con diamantes, sino con pedazos de vidrio y metal recolectados en las calles de Culiacán, en el escenario de un tiroteo de carro a carro en un "ajuste de cuentas" entre dos bandas de delincuentes. Una fina evidencia de que estos fulanos arremeten contra todo y "se llevan de calle" a quien se interponga. Se cuentan más de cinco mil muertos el año pasado, sin duda este año romperemos el récord y nos llevaremos la presea de la violencia, quizá hasta ganemos una joya por el logro de alcanzar el miedo desmedido, los odios encerrados y la desconfianza total en un gobierno débil y corrompido.

29 de diciembre, 2008 - El Mundo:Ocho murieron en Tijuana y tres en otros puntos del país. Ya suman 5.400 los muertos en 2008 por el crimen organizado.

 

Teresa MargollesTarjetas para picar cocaína (2009)
Múltiple de diez mil ejemplares de tarjetas
de crédito para ser distribuidas durante
la inauguración de la Bienal de Venecia.

Ocho millones de entradas son el resultado en Google al buscar "violencia en México", la mayoría de las notas tienen referencia al narcotráfico. Esto, hasta hace algunos años representaba una especie de seguro de vida para quienes estaban alejados del consumo, compra o venta de estupefacientes: "es una guerra entre narcos… déjalos que se maten entre ellos". Pero las cosas ya no son así, actualmente no sólo mueren narcos, policías, y militares; sino periodistas, niños y mujeres, también son víctimas de esta masacre. Recuerdo a unos amigos que decidieron detener por completo su consumo de marihuana como una manifestación en contra de la violencia producto de estos tráficos: "si dejamos de consumirla, se dejará de vender". Ojala fuera así de fácil, de cualquier manera habrá que intentarlo, y para recordarlo, hay que cargar siempre con un regalo margollesco: una tarjeta para picar coca. Esta pieza es un múltiple de diez mil ejemplares que se repartieron a diestra y siniestra por los pasillos y espacios de la Bienal de Venecia. La tarjeta plástica tiene impresa una fotografía de los restos de una persona –o lo que fue una persona– completamente desbaratada, calcinada y espantosa. Al verla sentí una especie de horror profundo y es probable que la próxima vez que alguien, portador de esa tarjeta, que desee aventarse un "pericazo", sienta ese mismo horror y se detenga al momento de ver la imagen impresa en tan útil adminículo.

Teresa Margolles Sangre recuperada (2009) Instalación
de telas impregnadas con lodo con las
que se limpiaron lugares donde fueron
encontrados los cuerpos de personas
asesinadas en México. El traslado de
este material a Venecia se efectúa
por medio dela rehidratación de las
telas. El barro utilizado por esta
instalación es reutilizado en la acción
de limpieza del pabellón a fin de
acumular los restos en el suelo.

El camino de la muerte, eso parecía la última sala de la muestra. Olía a barro y el ambiente era tan húmedo que costaba trabajo respirar. Era un pasillo con paneles forrados de grandes telas embarradas de sangre y lodo. Con esas telas limpiaron la sangre de los muertos, víctimas de crímenes violentos, arrojados al lodo, abandonados en los campos. Pero todos sabemos que la sangre no se borra, se queda ahí como una marca indeleble que nos recordará por siempre el dolor de las heridas.

Mediante un sistema que no alcancé a entender bien, las telas son permanentemente humedecidas y escurrían un líquido oscuro y terroso. Este fue el último paso para terminar el recorrido y las caras de los visitantes denotaban angustia y una especie de llanto contenido. Para este momento eran pocos los que se detenían a observar la pieza, aunque la tela podía verse de muy cerca y hubo quienes se atrevieron a acercar las narices a unos milímetros, como para ver si aquello realmente era sangre. Aguantando la respiración lo que uno deseaba era salir de ahí, en toda su paradoja, para buscar refugio en el exterior.

Febrero 15, 2009 - El Economista: 43 muertes desde la noche del viernes, incluidas la masacre de seis niños y cuatro mujeres en Tabasco y de ocho personas frente a un bar de Torreón.

Ya perdimos la cuenta de la cantidad de víctimas, ya ni siquiera hay forma de sumarlos y lo peor es que empezamos a acostumbrarnos a los muertos. El lamento es la manifestación del duelo, es el grito del alma para sobrellevar el dolor de una pérdida. Es necesario seguir llorando por cada víctima, por cada muerto, aunque sean narcos, aunque sean delincuentes, porque también ellos son víctimas. Así lloró la bandera que estaba en la fachada principal de la muestra. Del lado de uno de los canales, estaban colgadas tres banderas: la de la Unión Europea a un lado, la bandera con el escudo de Venecia al otro lado, y al centro una bandera rojiza oscura. Ya no hace falta decir de dónde provenía su color, pero lo que no se planeó fue que el día de la inauguración cayó tremendo aguacero sobre la isla veneciana y la bandera chorreaba sus lamentos sanguinolentos sobre el agua del canal. No todos lo vieron, pero todos nos enteramos que Margolles inauguró con el llanto de una bandera y el llanto de decenas de personas que salieron a ahogar sus penas en el hombro de la artista.

1 de julio, 2009 - Milenio: En junio se contabilizaron 769 ejecuciones, lo que convierte a ese mes en el más violento en lo que va del sexenio de Felipe Calderón.

Salí de la muestra con un ahogo incómodo y me dejó como con una espina clavada en el ánimo. No solamente por lo desgarrador del mensaje, que a todos nos concierne, sobre la indignación que provoca la violencia y la impunidad de estos horribles e interminables crímenes, y evidentemente nos unimos sin condiciones al grito de reclamo por justicia; pero también me quedé con una inquietud en la mente: ¿qué va a pasar con estas piezas cuando termine la Bienal?.

No quiero imaginar que van a ir a parar a una importante galería en Nueva York para ser vendidas en miles de dólares y que algún coleccionista guardará como reliquia en una bodega (o en una caja fuerte empotrada en la pared). Introducir estas obras al mercado del arte, destruiría por completo el acto de rebelión. Vender la muerte trágica es un acto tan deleznable como el asesinato, como un periódico amarillista que procura poner en la portada la foto más sangrienta porque saben que con ello venderán más ejemplares. La muerte no debe venderse, a los muertos hay que enterrarlos…
con gusto llevaré flores a la tumba donde Teresa entierre estas piezas.

Teresa MargollesBandera (2009) Tela impregnada con
sangre tomada del lugar donde cayeron
los cuerpos de personas asesinadas en la
frontera norte de México.

© FOTOGRAFÍAS DE GABRIELA GALINDO (Excepto : la foto de la caja fuerte con las joyas que fue tomada del catálogo de la exposición

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Fecha de publicación: 12.07.2009