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Antonio Gritón |
Los siguientes puntos son una serie de reflexiones, la gran mayoría surgidas en diversos foros como los Parlamentos Alternos I y II organizados primordialmente por investigadores y académicos del INAH y la UNAM, así como en las reuniones organizadas por artistas y promotores culturales en diversos lugares del sur de la ciudad de México. La mayoría de estas propuestas giraron en torno al camino que la comunidad cultural en su conjunto habría que seguir para provocar la re-evolución del sistema cultural mexicano, incluida la creación (o no) de una Secretaría de Cultura federal y un Programa Nacional de Cultura a largo plazo.
1. La re-evolución del sistema cultural público (que incluiría la elaboración de un proyecto de Secretaría de Cultura a nivel federal como organismo encargado de ejecutar la política cultural pública o, en su defecto, la manera en la que se podría fortalecer a los organismos culturales legalmente regulados, el INBA y el INAH), así como la del Plan de Cultura 2012 -2018, debe surgir de la discución de las propuestas, opiniones y experiencias de la comunidad cultural en su conjunto, incluídos los sindicatos del INBA y el INAH.
2. Muchas propuestas, experiencias y opiniones se han vertido en diversos foros que se han realizado en los últimos veinte años -organizados por el Congreso de la Unión como por la comunidad cultural. Sin embargo, hasta ahora no existe sistematización alguna de todas estas propuestas concretas, experiencias, opiniones o proyectos presentados. Su revisión podría servir encauzar o abreviar muchas de las discusiones.
3. Es importante señalar que la conclusión principal de los Parlamentos Alternos de Cultura y Educación I y II (efectuados en 2005 en la Ciudad de México) es que antes de realizar cualquier acción encaminada a la creación o fortalecimiento del organismo encargado de administrar y ejecutar la política cultural, es necesario realizar un Diagnóstico Nacional del estado del campo cultural; se requiere de un diagnóstico que abarque un inventario de inmuebles y recursos humanos, asi como las diversas políticas culturales existentes en todos los niveles: comunitarios, municipales, estatales y nacionales.4. La experiencia nos ha enseñado que únicamente el Estado cuenta con los recursos necesarios para la realización del Diagnóstico Nacional del campo cultural aquí planteado, así como los recursos legales necesarios para la elaboración de una Ley General de Cultura. Es por este hecho, en mi opinión, que muchas de las iniciativas culturales que han surgido por parte de algunos grupos de la comunidad cultural al “calor” de algunos acontecimientos no han llegado a término; llevar este tipo de propuestas tan amplias , además de requerir de la existencia de una comunidad cohesionada, significa la inversión de mucho tiempo y también dinero. La senadora María Rojo empleó dos años de trabajo para plantear y llevar al pleno la iniciativa de seguridad social para la comunidad cultural; la Ley de Cinematografía –que creó el Foprocine y el Fidecine- contó con el apoyo decidido y continuado de la comunidad cinematografica fuertemente cohesionada.
5. Existen al menos tres organismos oficiales y confiables dentro de la comunidad cultural, que poseen una amplia representatividad: Los Creadores Eméritos del SNC del FONCA, los Miembros del Colegio Nacional y los Sindicatos del INBA y del INAH; de estos tres organismos, únicamente los sindicatos han logrado realizar foros para la discusión académica de la política cultural y organizar a una gran porción de la comunidad cultural para la discución de la política cultural y presionar al Congreso para que no aprobara una absurda ley de cultura en 2005.
6. En cuanto a los “organismos” no oficiales que forman parte de la misma comunidad cultural, existe una amplísima variedad de asociaciones, sociedades y patronatos que responden a intereses muy específicos de los distintos gremios que componen a la comunidad cultural, en ocasiones incluso antagónicos.
7. Al calor de contienda electoral, se hicieron visibles al menos tres grupos -no excluyentes entre sí- que han mostrado su preocupación por el estado actual del sistema cultural, que aglutinaronna una buena parte de la comunidad cultural y que hacen un llamado al cambio del sistema cultural y de la politica cultural; mencionados grosso modo estos grupos son: Morena Cultura (1), Arte por la Izquierda (2) y el grupo encabezado por Lucina Jiménez (3).
8. De los distintos candidatos a la presidencia de la república, únicamente Andrés López Obrador, a través de Elena Poniatowska y Juan Ramón de la Fuente, ha manifestado disposición a la transformación del sistema cultural mexicano (abierto a la participación de la comunidad cultural en su conjunto). Los otros dos candidatos, aunque han hecho comentarios explicitos acerca de lo que sería su política cultural, han estado trabajando de manera muy discreta en lo que serían sus proyectos de cultura orientados al fortalecimiento de proyectos culturales extremadamente miopes y en la conservación del sistema cultural en el deplorable estado en el que se encuentra.
9. Para una transformación coherente y de excelencia del sistema cultural mexicano se hace necesaria la cohesión de la comunidad cultural en torno a grupos organizados con plataformas amplias, incluyentes y programáticas, como, por ejemplo, los ya mencionados en el punto 7.
10. Dado el carácter representativo de los Creadores Eméritos, de los miembros de El Colegio Nacional y de los sindicatos del INBA y el INAH, sería importante que se consitituyan como portadores de la voz de la comunidad cultural ante el Estado. Serán éstos los organismos que de manera natural pueden recoger las opiniones de las organizaciones de la sociedad civil, y las presenten ante el Congreso y los tres niveles de gobierno, para que se tomen los pasos necesarios, emanadas de las opiniones de la comunidad cultural, encaminados a la transformación del sistema cultural.
11. Un primer paso para la transformación del sistema cultural mexicano es la creación de una amplia comisión (apoyada con recursos públicos) integrada por grupos representativos de la comunidad cultural.
12. Las labores de esta comisión a lo largo del período 2013-2014 serían:
- Localización, sistematización y síntesis de las propuestas, experiencias, opiniones y proyectos vertidos por la comunidad cultural en, al menos, los dos congresos o parlamentos que organizó el Congreso de la Unión desde 2006, y los parlamentos o congresos que en diversas ocasiones organizó la sociedad civil por si misma con la ayuda de diversas entidades gubernamentales; propongo se consideren los resultados de los parlamentos alternos organizados por diversos investigadores del INAH y la Escuela de Antropología; el primero en el museo de la Ciudad de México en 2005, el segundo organizado por el maestro José Luis Cruz en la casa de la cultura de Tlalpan en 2006.
- Realización de un diagnóstico de cultura a escala nacional, que abarque un inventario de inmuebles y recursos humanos, asi como las diversas políticas culturales existentes en todos los niveles: comunitarios, municipales y estatales. Es necesario establecer el perfil de los promotores culturales y, sobre todo, detectar cuáles son las necesidades de cultura de la población mexicana. Para la elaboración del proyecto de este diagnóstico, propongo el asesoramiento del doctor Bolfy Cottom, especialista en matería de legislación cultural.
- Recopilación de las experiencias culturales autónomas que han arrojado buenos resultados, tales como las experiencia de Conarte, dirigida por Lucila jiménez; las iniciativas del maestro Francisco Toledo en Oaxaca; las experiencias de los Faros de cultura en el Distrito Federal; la tarea de las escuelas de música de Tlahuitoltepec en la conservación de prácticas y costumbres indígenas; y un largo listado de experiencias que en los últimos 30 años han dado ejemplo de la participación civil en la promoción y difusión de la cultura.
- Emplazamiento de un programa de difusión a través de los medios de comunicación (radio, tv y prensa) en el que se invite a diversos especialistas a discutir o debatir acerca de las políticas culturales, actuales e históricas. Existe el antecedente del trabajo realizado por Instituto Politécnico Nacional (Mary Kay Williams, et al), que investigó y publicó diversos artículos sobre la política cultural y educativa durante el Cardenismo y en algunos regímenes posteriores. De igual manera, sugiero se invite a diversos promotores culturales a compartir sus experiencias, específicamente aquellos que han llevado iniciativas y tareas culturales que han tenido éxito en comunidades y sectores no atendidos por la política gubernamental.
- Creación de las condiciones o instrumentos necesarios para facilitar la organización de comités preparatorios, parlamentos, simposios y reuniones de discución que privilegien la participación de las bases de la comunidad cultural.
- Creación de las condiciones o instrumentos que conlleven a la redacción de la ley reglamentaría del Sistema Cultural que se decida crear; siempre rindiendo cuentas de los trabajos ante las distintas instancias de la comunidad cultural.
Es importante recordar que todos estos puntos para la re-evolución del sistema cultural mexicano contemplan el que la comunidad cultural participe activamente en todo lo realacionado con la organización y presentación de propuestas. Debemos comenzar a trabajar desde ahora por una política participativa, representativa e incluyente.
Acciones a corto plazo
Mientras la comisión arriba propuesta realiza sus trabajos, el CONACULTA seguiría funcionando como órgano rector de la política cultural federal. Es necesario adecuar las funciones de esta institución a los objetivos de una política cultural incluyente, independientemente de la política cultural que establezca después de los congresos organizados por la comisión de cultura.
En los últimos doce años la política cultural a nivel federal promovió la privatización de la cultura al enfocar todos sus intereses a la implementación o surgimiento de las denominadas industrias culturales. Las intenciones que animaron en este lapso se basaron en la creación de industrias culturales como “panaceas” de un “modelo de cultura” para siglo XXI, tomando “modelos” de industrias “culturales” a las empreas corporativas dedicadas al entretenimiento. En estas empresas la producción de bienes culturales se entienden como “contenidos” para nichos de mercado que generan venta de publicidad. Dichas estrategias estan dirigidas a “conservar” la preferencia de los anunciantes. Los contenidos así producidos se utilizan unicamente como medio de continuar un insaciable consumismo y generar una gran cantidad de contenidos chatarra, sumammente empobrecidos por dos causas: promover la atención hacia el anunciante y, difundir un “producto” dirigido –hecho a la medida- del espectador/consumidor.
El éxito económico de este tipo de empreas culturales redunda en que organismos como el CONACULTA exija para su subvención a las diversas agrupaciones culturales– como el caso del Ballet Teatro del Espacio- estándares de rentabilidad que tienen empresas del espectáculo.
No se ha tomado en cuenta que las subvenciones de la cultura y sus productos son indispensables para promover calidad y contemplar el acceso a la cultura en todos los sectores de la población, asi como promover la imagen de México en el exterior. De continuar las actuales politicas culturales, dirigidas a la formación de industrias consumistas, se corre el riesgo de que el país deje de ser un productor para convertise en consumidor de productos de entretenimiento y diversión, espectáculos masivos de corte global.
Las iniciativas culturales a las que deberá apoyarse a partir del nuevo plan de cultura y de la Secretaria del ramo, serán aquellas cuyo objetivo primordial sea la distribución, presentación y producción de productos culturales remunerativos pero no lucrativos (aquí podrían entrar todos los centros culturales de carácter “social”; por ejemplo, iniciativas gremiales como el espacio de exposición La Quiñonera, educativas com SOMA, e iniciativas promotoras del pensamiento crítico).
Propuestas para el mediano plazo
“Cuando la cultura permea a todo un pueblo, éste da lo mejor de si mismo”, señaló Sigmund Freud. Esto es lo que verdaderamente une a toda la comunidad cultural; el que la cultura sea producida por y para todos los mexicanos. CONACULTA debe promover la cultura desde la educación escolar. Esto significa promover la presentación de artes escenicas y visuales , literatura y poesía, cine y video, en todas las institutos educativos públicos del país.
Para el caso de iniciativas dedicadas a la formación de públicos, las compañías teatrales, los talleres de producción visual, y otros, se les deberá de considerar como “centros de creación”, que no pueden funcionar exclusivamente bajo el esquema de “autofinanciamiento” , pues son espacios de producción y educación profesional vinculados a públicos, a los que se les deberá de apoyar para fomentar un consumo cultural a largo plazo.
En el caso de los artistas audiovisuales es necesario incentivar la producción de obras permanentes (esculturas, murales, intervenciones) y efímeras, por medio de proyectos que impliquen la decisión y participación de las comunidades a las que estén dirigidas. De igual manera se incentivarían la presentación de ferias y “tianguis” de libros y música organizadas por productores independientes; conferencias de especialistas que complementen a los conciertos de música académica y popular, los ciclos de cine (largos y cortometrajes), y promuevan una integración horizontal de las artes por medio de programas específicos para cada región cultural, a través de festivales y bienales nacionales.
Es indispensable que pasemos de las promesas abstractas a las propuestas concretas. Es impostegrable comenzar a discutir y construir la política cultural pública con la participación de los ciudadanos. Hagamos de las aspiraciones una realidad planeada, ejecutada, respaldada en una política coherente y consistente de largo alcance.
Junio del 2012.
Ligas para consulta
1) http://www.morenacultura.mx/docs/9demandas.html
2) http://www.arteporlaizquierda.org/
3) http://www.change.org/es/peticiones/no-guardemos-silencio-frente-al-silencio-los-compromisos-m%C3%ADnimos-en-pol%C3%ADtica-cultural?utm_medium=twitter&utm_source=share_petition
Antonio Gritón. Artista visual y promotor cultural. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores y ha participado en iniciativas de auscultación cultural como el Observatorio Cultural (2005).
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